Hogar de Paso
A través de la historia la familia ha sido el núcleo de la institucionalidad y el eje principal de la sociedad; el cual es objeto de grandes estudios tanto epistemológicos, filosóficos, psicológicos entre otros. Como resultado de estos estudios se ha identificado que la violencia intrafamiliar es un problema que afecta esta institución. Tradicionalmente la violencia intrafamiliar ha sido generacional en la familia particularmente en la mujer como víctima, donde el hombre es el que ha ejercido el poder sobre ella y sus hijos dentro de su núcleo familiar. La violencia contra la mujer está directamente asociada a las relaciones asimétricas de poder entre mujeres y hombres, que determina una posición de sumisión y vulnerabilidad de las mujeres, independientemente de su situación económica.
En Colombia es preocupante el número de casos de violencia intrafamiliar, específicamente en la mujer, aunque un 85% no denuncie al agresor, silenciosamente esta problemática no deja de presentarse a lo largo del país. Aunque el Estado viene dando pasos importantes para la equidad de genero, aun se necesita hacer un esfuerzo articulado entre las entidades territoriales y el Gobierno Nacional para superar muchas barreras y factores que vulneran los derechos de las mujeres, con la observación que ahora son mas de la mitad de la población colombiana con un 50,6% pero con muchas inequidades en los aspectos laborales, salariales, de empleo, cargos de elección y la violencia en contra de la mujer.
La mayoría de la violencia practicada por el hombre en contra de la mujer, es un síntoma de impotencia y se manifiesta cuando éste no consigue hacer valer sus criterios frente a los de su pareja y su actitud ante la situación se decanta por la solución aparentemente más fácil desde el punto de su superioridad física.
Todos reconocen que la violencia en la pareja, tanto física como psicológica no es la alternativa para solucionar ningún conflicto, pues admiten que esto provocaría el inicio de una cadena de actos violentos a lo largo de la relación. Sin embargo, y contradictoriamente, muchos afirman haber reaccionado violentamente ante diversas situaciones como la infidelidad o los celos.
Algunos piensan que la conducta violenta no es siempre promovida por el hombre, sino que muchas veces es la mujer es la que la inicia y ellos solo responden a la agresión. Algunos hombres piensan que es, a veces, la mujer la que exige del hombre un comportamiento rudo, viril, resuelto e incluso violento, alegando que ese es el tipo de hombre que más les satisface.
Desafortunadamente las mujeres son las que más sufren de violencia intrafamiliar y es increíble darse cuenta que solo el 35% de las mujeres son capaces de denunciar a sus agresores. Los problemas económicos y situaciones emocionales de los hombres, son algunas de las consecuencias que se origina y se presentan cada vez más situaciones de violencia contra la mujer y la familia.
