





























Capacitación


El estudio de la participación de la mujer en el desarrollo económico nacional, ha surgido generalmente de los supuestos de que el desarrollo lleva necesariamente a una disminución de las desigualdades sociales por un lado, y por otro, de que éste requiere de la capacitación de toda la población. Partiendo de esta doble tesis ha llegado a plantearse que la limitada participación de la mujer en el sistema educativo (su falta de capacitación), es una de las razones fundamentales por las cuales ella ha alcanzado una cuota de participación tan limitada en los procesos de desarrollo nacional.
Si bien es cierto que existe una discriminación contra la mujer, que sería necio negar, esta discriminación se ejerce de manera diferente para mujeres de diversas posiciones socioeconómicas y afecta no solamente a la mujer, sino en grado significativo también al hombre. Las condiciones de la mujer frente al sistema educativo no son las mismas para todas las mujeres, sino que dependen de su origen de clase, y la discriminación del sistema educativo no es fundamentalmente una discriminación por sexo, sino esencialmente de clase.
El primer aspecto señalado plantea la existencia de una clara relación entre la naturaleza de la participación en la educación media y la ubicación futura del individuo en la división social del trabajo. Esto implica, en relación con la mujer, que la educación a nivel medio se constituye para un alto porcentaje de ellas, en su máxima aspiración. Pero, teniendo en cuenta el segundo aspecto señalado, no toda la población femenina que alcanza los niveles medios está en igualdad de condiciones para decidir por una educación media terminal o por una transitoria que le permita la formación universitaria.
Por un lado tenemos que según la ubicación de clase, la mujer cuenta con diferentes posibilidades para participar en el sistema educativo y, concomitantemente, de orientarse hacía una posición determinada en la división social del trabajo. Por otro, tenemos que, dada la posición de la mujer en el hogar y las responsabilidades que debe cumplir frente al esposo y a los hijos, la mujer que ingresa a la fuerza de trabajo debe así cumplir con una doble jornada: la del trabajo y la del hogar.
El dilema es prepararse para cumplir solamente la tarea del hogar, prepararse en aquellas áreas donde su papel de mujer y su papel de trabajadora impliquen las menores contradicciones o finalmente ubicarse frente al proceso de capacitación profesional en igualdad aparente de condiciones frente al hombre, agregando a esto las otras responsabilidades que debido a su condición de mujer le han sido asignadas en el seno de una sociedad capitalista como la colombiana.

